El triste final de Retroyonkis
No hace falta ser muy observador para notar que el blog esta un poco muerto desde hace más de un mes.
El caso es que hace semanas recibí un anónimo amenazante, indicándome que debía terminar con la actividad del blog o las consecuencias serían fatales. Por la pinta que tenía, me imaginé que sería obra de algún grupo de radicales, descontento con mi forma de escribir sobre las Nancys y no le di mayor importancia. Podéis ver el anónimo escaneado aquí.
Días después, comencé a recibir llamadas de teléfono a las horas mas intempestivas. Cuando contestaba, sólo se oía una respiración fuerte y unos gemidos, pero no decían ni palabra. Supuse que sería algún perturbado amigo mio.
Las llamadas fueron a más hasta que hace dos días, la voz del otro lado del teléfono dijo unas palabras que me dejaron helado. «No nos gustas Retroyonki, si el blog no ha desaparecido en 48 horas, iremos a tu casa…» y colgaron.
Esto cada vez me daba más miedo. Evidentemente, decidí hacer desaparecer el blog, no me va eso de hacerme el héroe. El caso es que como ya sabéis, soy bastante vago y se me fue totalmente de la cabeza el tema. Hasta anoche…
A las 3 de la mañana, 20 policías han reventado la puerta de mi casa y han entrado arrasando con todo. Me han inmovilizado, y al momento de ponerme los grilletes, uno de ellos me ha dicho al oído «Hola culito fino, nadie se mete con nuestras Nancys y se va de rositas…»
En menos de media hora estaba de pie, ante una jueza que me dio escalofríos con sólo verle la cara. Mirad, Mirad…
En resumen, me han impuesto 3 años de cárcel y 2 millones de euros de indemnización a la Asociación Española Pro-derechos de las Nancys, que al parecer, está detrás de la denuncia.
Según me comentó mi abogado de oficio adolescente, el hecho de que me pillaran unas cintas de Chiquetete copiadas, ha agravado mucho la sentencia…
En fin, creo que en el trullo no te dejan tener ordenador ni Internet, así que este es el final. Un abrazo a todos y nos vemos dentro de 3 años, o en el talego si vais por allí a algo.